Son un grupo de 39 elixires o esencias florales creadas por el doctor Edward Bach a principios del siglo XX.
Estas esencias son creadas por medio de una dilución de agua, alcohol y una infusión fuerte de plantas y/o flores.
De manera especifica el doctor Bach solo ha incluido 39 esencias dentro de sus remedios. Sin embargo, a lo largo del tiempo se han ido añadiendo más esencias con propiedades curativas. Estas esencias forman parte de la floriterapia o terapia a base de esencias florales.
La razón de que el nombre de “Flores de Bach” sea bastante popular se debe a que las esencias florales han sido comercializadas bajo ese nombre por un laboratorio homeopático inglés.
¿Cómo funcionan las flores de Bach?

Al tratarse de una medicina que cobra vida a partir de la homeopatía, las flores de Bach o esencias florales funcionan a partir de las 3 leyes de la homeopatía:
- Una enfermedad puede ser sanada por una sustancia que crea síntomas parecidos en un paciente sano
- La dilución fuerte de las sustancias que causan síntomas similares en pacientes sanos hace que dichas sustancias pierdan su toxicidad y que puedan servir mejor para sanar enfermedades
- Al agitar una sustancia al momento de la dilución, esta se vuelve más potente para sanar
Por lo tanto, las esencias florales buscan mejorar el estado de salud de las personas mediante la utilización de sustancias que causarían los mismos síntomas en personas sanas.
Beneficios de las flores de Bach
El doctor Bach tenía el objetivo de que las esencias florales sirvieran al individuo a encontrar una mayor estabilidad emocional, así como una personalidad sin conflictos internos, puesto que creía que las enfermedades son solo una manifestación de que algo no está equilibrado dentro de nosotros.
Otra de los beneficios especiales de las esencias florales es que nos ayudan a tener una mayor claridad de pensamiento, una mejor capacidad de auto-análisis y manejar correctamente la tensión.
Las esencias florales pueden ser útiles en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades, siempre y cuando se identifique correctamente la causa psíquica y/o emocional.
Referencias
Ferris, P. (2013). Le guide des fleurs de Bach. Marabout.